Este estudio se basa en el interés de conocer los
comportamientos que conducen a la formación de relaciones sociales de
hostilidad, y de esta manera comprender los intereses reproductivos
físicos en los cuales los individuos de muchas especies viven en grupo,
el estudio se centra básicamente en el secuestro hembras de manera
agresiva por parte de la cría masculina de un primate babuino Hamadryas
de los que se conoce que su carácter sexual es fuerte.
Los
sujetos del estudio fueron 12 líderes de la unidad y 40 hembras adultas.
El estudio se realizó a partir de 1 de enero 1994 hasta el 6 de marzo
de 1995.
El 20 de octubre 1994 uno de las
líderes harén (AM) se eliminó por tratamiento debido a un accidente con
una de las puertas correderas, el 14 de noviembre fue reintroducido a la
colonia, pero se encontró con el secuestro de sus siete hembras que
fueron secuestrados por otros líderes de la unidad, tan solo pudo
recuperar dos de sus hembras quienes estaban preñadas.
El
estudio se ha dividido en dos periodos (pre-separación) duró desde el 1
de enero hasta el 19 de octubre 1994 y el período segundo (separación y
la reunión) se extendió del 20 de octubre 1994 hasta el 6 de marzo de
1995.
En este caso se ha puesto a prueba 3 hipótesis
destacadas por el conflicto sexual: la teoría de la coacción sexual
masculino pastoreo-como-acondicionado y aseo personal-como
apaciguamiento femenino) y por la teoría socio-ecológico (tamaño de la
unidad y de la competencia femenina). Los resultados son similares a las
predicciones._ los machos recurrieron a tácticas coercitivas y
agresivas para secuestrar a hembras, elevando la cantidad de aseo para
con los nuevos machos de la unidad. Esto hechos revelan que los
conflictos de interés son complementos de interés que favorecen los
vínculos sociales y que recurren a la agresión cuando ven diferencias en
el poder físico.
En la pubertad los grupos de individuos se
dispersan y mezclan con facilidad para poder reproducirse y de esta
manera mantener la especie. En el caso de los primates la transferencia
es menor que la del sexo masculino ya que estos son polígamos. Los
papionin africanos (babuinos, madrills y mangabeyes), son el estándar
mayor.
Sin embargo, hay una notable excepción, el babuino
hamadryas, porque estos viven en sociedades multinivel, que forman
clanes de hembras, poco dispuestas a dispersarse, pero que finalmente
tanto machos como hembras terminan en clanes no natales, pero dentro de
las bandas de parto. Causa especial interés las características únicas
del sistema social de esta especie relacionada con el modo de dispersión
femenina, ya que no se transfieren de forma voluntaria, sino que son
transferidos a la fuerza por los machos, lo cual implica la agresión
abierta con el líder o el secuestro libre sin luchas. En segunda
instancia, los machos han desarrollado un mecanismo conductual que evita
que sus hembras se apareen con rivales potenciales, sin embargo, en el
pastoreo no necesariamente debe incluir comportamientos agresivos.
No obstante, el sello que les precede es un conjunto de conductas agresivas como la picadura en el cuello de la hembra.
Discusión
La
dispersión y la transferencia entre las unidades sociales son un
denominador común de las especies que viven dentro de un grupo, dicha
característica nos ha permitido observar los comportamientos familiares
que tienen estos individuos. También han podido explorar el efecto
potencial que han tenido los procesos de relación en el hábitat,
gracias a las observaciones de las transferencias de las hembras dentro
de una banda de babuinos en cautiverio.
La dispersión
femenina es poco usual en los mamíferos, pero entre los primates
predomina, ya que entre los babuinos hamadryas, las hembras son tomadas a
la fuerza por los machos no familiares después de derrotar a sus
antiguos machos a través de comportamientos agresivos como el secuestro.
En
cualquier caso, las hembras se ven en obligadas a dejar a sus familias y
adaptarse a sus nuevos machos, por lo tanto, se colocan en un ambiente
estresante ante una nueva unidad.
La prueba de
la primera hipótesis, es decir, que los nuevos machos utilizan para el
pastoreo a las hembras secuestradas induciéndolas a seguirlos, fue
apoyado sustancialmente. En consecuencia, las hembras secuestradas
fueron conducidas con mayor frecuencia que por sus ex machos y a su vez
los nuevos machos demostraron mayor importancia a las secuestradas que a
las residentes.
Esta mayor tasa de pastoreo
por unidad de los machos hacia las hembras residentes ha sido reportada
por Swedell y Schreier (2009) en un estudio cuantitativo de cinco tomas
en una banda salvaje de hamadryas.
El efecto
previsto de la reproducción de la hembra hemos detectado una tendencia a
la coacción sexual en las hembras secuestradas por los nuevos machos.
El conjunto de datos para este análisis fue muy escaso, sin embargo, esta predicción
también se puso a prueba por Swedell y Schreier (2009) y sus resultados estaban en la misma dirección.
El
secuestro de hembras y al comportamiento agresivo de los machos de la
unidad durante la reproducción sexual por medio de la coacción se denota
una gran competencia entre los machos sobre todo en la etapa de
pastoreo.
Aunque en este estudio no se percibió agonismo entre
los machos durante el secuestro femenino, hay pruebas de que la
proporción de los sexos es baja y, por lo tanto, el nivel de competencia
entre machos es probable que suba, en respuesta a esto las tasas de
pastoreo agresivo hacia las hembras aumentan.
ESCRITO POR K.Q.G
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