¿Tenemos genes de la felicidad?
Desde hace 70 años atrás los investigadores han estado preguntándose que
compone la felicidad, un 10% de ella está marcada por factores como la salud,
la educación, estado civil y el bienestar social, un 50% está determinado por la genética y el 40% restante
depende de tu comportamiento diario y de cómo te juzgas a ti y a los demás.
Hay madres que leen, escucha música y todo eso se lo transmite a su hijo, incluso pueden llegar a inculcar prontamente alguna afición para el futuro, además de sembrar aptitudes también transmite cariño.
De los 0 a los 3 años el contacto físico es fundamental y vital, un bebe que no recibe amor puede morir, marasmo se llama la enfermedad que lo explica, en este espacio de tiempo también imitamos todo lo que nos da placer, si un bebe observa a su padre hacer algo que le da placer lo imita
La felicidad nace y se hace, las actitudes, decisiones y procesos interiores son vitales para propiciar felicidad o infelicidad en nuestras vidas, una mañana que fui al cajero a pagar el arriendo y vi a un viejecito desarrapado tomando el halo de luz que dejaba el sol una mañana de invierno, corrí a casa desesperada prepare un termo de café, recogí unas cuantas cosas que tenía en una caja para venderlas y compre la barra más cara de pan de toda mi vida y apresuradamente fui al sitio donde vi al abuelo, y allí seguía él, cuando le di todas las cosas que había recogido para dárselas sentí en mi cuerpo una sensación inexplicable de felicidad, pese a que el rostro del abuelo no demostraba completa satisfacción, mi cuerpo sintió una recompensa.
La universidad de Edimburgo ha realizado un estudio a 900 pares de mellizos y gemelos, determinando así, que un 50% de la felicidad se hereda desde el nacimiento, según el estudio lo que adquirimos no son tanto los genes sino rasgos de personalidad por ejemplo la extraversión, la tendencia a la sociabilidad o la estabilidad emocional que nos da la serenidad para afrontar las dificultades.
Con lo cual podemos entender que con
unos genes adecuados habremos creado unas capacidades de fortaleza y
resiliencia para cuando afrontamos problemas en la vida, es decir, una parte de
nuestra felicidad ya viene encaminada.
Según los fundamentos de la investigación, los gemelos
idénticos son genéticamente iguales mientras que los mellizos no lo son, con lo
cual es factible comparar los dos grupos para deducir el grado de influencia que tiene la genética en cada rasgo específico.
En este caso, los científicos seleccionaron personas
que tenía la predisposición a no preocuparse y que eran sociables y
concienzudos.
Estas tres características han sido vinculadas por
otra investigación a un sentimiento general de felicidad o bienestar.
Las diferencias entre los resultados entre gemelos y
mellizos sugiere que esos rasgos estaban en un 50% influidos por factores
genéticos.
El doctor Alex Linley, encargado de la investigación,
indico que si otros análisis respaldan
el contenido genético, es absurdo pensar que la naturaleza les ha dado a las
personas un nivel fijo en términos de felicidad, es decir la gente tiene una
escala con diferentes niveles de felicidad y es posible influir en esto con técnicas
cuyo funcionamiento se ha demostrado.
No obstante, la opinión de los psicólogos
frente a este estudio, nos anima a entrenar nuestro ser para generarle más
bienestar, estos profesionales han desarrollado varias técnicas para evaluar el
tipo de personalidad e incluso el nivel de felicidad.
Dentro de estas técnicas esta elaborar listas de
puntos fuertes para usarlos todos los días o escribir un diario en el cual vas
indicando porque te sientes agradecido cada día.
Para lograr la felicidad no existe una formula de la
cual podamos echar mano, sin embargo podemos realizar varias acciones para
predisponer dicha sensación por ejemplo:
ü Sonreír y estar a gusto contigo misma
ü Aprender a desear lo que uno tiene
ü Hallar los puntos positivos de cada cosa que nos
sucede.
ESCRITO
POR K.Q.G
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