La entrevista que realiza Lilia Puig a José Antonio López Cerezo es una síntesis clara de lo que hoy sucede en torno a la sociedad frente a la tecnología y la ciencia.
Como indica
López Cerezo en el principio de su intervención la ciencia ha evolucionado gracias
a varios cambios producidos en la segunda mitad de siglo XX, que a su vez han
arrojado tres perspectivas para la investigación
científica y tecnológica: Modo 2 de producción, ciencia pos académica y ciencia
pos normal; incidiendo así en una mayor participación de la ciencia en la
sociedad.
A pesar de la negación de muchos investigadores
clásicos sobre los cambios que se han producido, es evidente que la ciencia ha
traspasado las paredes del laboratorio para tratar y solucionar problemas
concretos; la
ciencia ya no solo se encarga de la invención sino que trasciende a la
resolución, como es el caso de los problemas medioambientales que se ha
convertido en orden de primera instancia desde el pasado siglo.
Con todos estos cambios en el campo de la ciencia y la
tecnología también habido una evolución de la sociedad gracias a la divulgación
científica, que no tiene otro fin que incentivar la participación ciudadana y
conseguir que el hombre de a pie se sienta parte activa y responsable de la era
tecnológica y científica; pero no solo a través de la compra y venta de
productos tecnológicos que nos mantengan a la moda, sino también a través de la
información clara, concreta, y sencilla de los
trabajos realizados por un sinnúmero de personas que dedican horas de su
vida a innovar, proponer, ejecutar un procesos científicos que solucionan a
diario muchas casuísticas.
Con la divulgación científica el ser humano no solo está
a la moda con el ultimo juguete tecnológico sino que esta al día de lo que la
ciencia tiene para aportar al mundo, lo cual le permite opinar, criticar,
decidir, presionar de manera activa en la elección, descarte y aprobación de
todo aquello que la ciencia ofrece.
Con esto cobra sentido y razón la relación entre
cultura científica y participación ciudadana, los habitantes de la tierra
tenemos la obligación moral y ética de saber y opinar de todo cuanto afecta a
nuestro entorno, ya no solo de los avances sino también de las políticas públicas
presupuestarias destinadas hacia la investigación, el desarrollo y la
innovación.
No podemos seguir siendo ajenos a estos temas, como
sociedad debemos tomar parte de responsabilidad en cualquier ámbito, no solo en
los que nos afectan de manera directa como el medioambiental. Y en este punto,
la comunicación tiene un papel importante y decisivo es importante que los
medios se encarguen de presentar espacios televisivos, radiales y escritos de
ámbito científico para que la gente que ya esta adentrada en estos temas tenga
un escenario donde seguir desarrollándolos y para crear curiosidad y por ende
apego aquellos que todavía los desconocen.
Otro tema que preocupa desde este ámbito es el
económico no es posible que las investigaciones científicas giren en torno a la
competencia empresarial, es inaudito que una cura a una enfermedad tenga que
esperar porque los gobiernos y la banca deciden dar prioridad a otro tipo de
proyectos.
Para terminar quiero rescatar un tema en el que López
Cerezo hizo mucho hincapié y es la distribución de los males y beneficios
científicos en una sociedad globalizada.
Lamentablemente hoy en día parece que los males están
repartidos en el tercer mundo y los beneficios en el primer mundo, sin duda es
un planteamiento equivoco puesto que vivimos en un mundo concatenado, si
ponemos un ejemplo claro la ropa que utilizamos en Europa está hecha por manos esclavizadas
en países del tercer mundo; cómo podemos ver los procesos tecnológicos tiene
líneas circulares en las que hay varios eslabones. Con esta apreciación se
concluye que la sociedad de la información es igual a la sociedad del riesgo ya
que una es parte de la otra, es de orden urgente que se redirija la
distribución para no generar riesgos. No podemos culpar a la tecnológica y a la
ciencia por avanzar, porque también la sociedad debe determinar hasta qué punto ese progreso puede generar
riesgos y beneficios.
El ejemplo de López Cerezo acerca del empleo y la
tecnología es claro, el adelanto científico no destruye empleo, solo cambia la
naturaleza del mismo, somos nosotros los que debemos regular con políticas
sociales la instauración de la ciencia y la tecnología en nuestra vida.
Adjunto la entrevista para que hagais vuestro propio juicio de valor
ESCRITO POR K.Q.G
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